El Cuarto Mes…

… ¿Qué puedo decir que no haya dicho ya?…

 

Yo enamorada cada día más, loca de amor, realizada y completamente felíz con mi hijo, él por su parte creciendo a pasos agigantados, todos los días un poco más lindo, más gracioso y despierto (o despavilado como decimos en Costa Rica), esta pesando ya 15.1 libras (7 kilos) y midiendo 25,3 pulgadas (cerca de 66 cm), a mi parecer esta bajo de peso, pero el médico dice que esta en el punto perfecto, es más largo de lo que estaría un bebo de su edad, al parecer el niño será alto como los abuelos.

 

Esta bastante risueño y ¨hablantin¨, me regala sonrisas por todo y son escandalosas, cuando se despierta por las mañanas lo hace sonriendo y eso es suficiente para alegrarnos el día, es algo serio con la gente que no conoce, pero una vez que le logran sacar la primer sonrisa, no para.

 

Es un hecho que ya nos reconoce, sé que lo hace desde hace mucho tiempo, pero es hora cuando tenemos la plena seguridad y no hay la menor duda que nos ama tanto como nosotros lo amamos a él, la sensación de que tu hijo te sonria con sólo mirarte, sin escuchar tu vos, sin necesitad de palabras, es algo mágico… inexplicable.

 

Hace unos días empezó a avalanzar su cuerpo y levantar sus brazos para que lo alcen… en respuesta al pedido de… ¨venga con mami o con papi¨… nosotros no cabiamos de la felicidad. 

Hay cosas que cada vez le gustan más (la música, el que le cantamos y el televisor) y otras que cada día le hacen menos gracia (con la silla que vibra y el car sea), muestra interés por un muñeco en especifico, cada vez que lo ve, rie y rie, lo aprieta contra su cuerpo, lo muerde, lo chupa  y cuando duerme por las tardes lo sostiene con fuerza, le tiene pavor a la aspiradora, el ruido tan fuerte lo asusta y es que la verdad no pudimos comprar una aspiradora más escandalosa, pero ahí se va acostumbrando, por lo menos ayer no lloro y hasta paso entretenido conmigo mientras Carlos aspiraba y eso es un gran progreso.

 

Sigue igual de puntual en todo, Carlos dice que en eso es como la mamá… muy organizado, se despierta a la misma hora todos los días, hace sus siestas siempre a la misma hora, pero ahora duran menos, hasta hace un mes Sebastián dormia tres horas aproximadamente en cada siesta, con muy poca variación, ahora no pasa de las dos horas, sus lapsos de estar despierto han aumentado muchísimo (hasta 4 horas). Aunque por supuesto es y seguirá siendo un bebé por mucho tiempo, podría decir que esta más independiente en el sentido de que ya se entretiene él solito por un buen rato, siempre y cuando me tenga cerca, no importa si estoy en la cocina, en la sala o en la compu, él se queda tranquilo jugando mientras sus ojitos alcanzen a mirarme de lo contrario, a desarrollado una forma muy pelicular de llamar la atención… lo hace tociendo, siempre dos veces, eso es suficiente para hacernos entender que se siente solito o que esta aburrido.

 

Se ha vuelto una maquina de babas, por lo que ya tiene trabajo en esta casa… es el sellador oficial de sobres, cuando necesitamos cerrar alguno, basta con pasar el dedo por sus labios y listo, sobre selladito y listo para enviar, como descubierto que puede jugar con los labios, pasa haciendo carritos con ellos (jugando a hacer burbujas con la saliba entre los labios).

 

Es un hecho que su momento favorito del día, es la hora del baño, antes lo creíamos pero como no sonria, nos dejabamos llevar por otro tipo de expresiones, sin embargo ahora desde que le decimos agua, él empieza a carcajear de la felicidad, a enseñarnos las encias y al ver al papá metido en la tina esperando por él, patalea de la emoción y se lanza con sólo que él papá le levante los brazos, una vez se encuentre dentro, juega con el agua, grita de contento y no para de sonreir, es el momento del día que más disfrutamos los tres, ellos bañandose y yo viendo a mis dos amores como se divierten.

 

Se esta comportando mejor cuando salimos, como ya se sostiene, lo sentamos en el coche y él se la pasa de lo más entretenido viendo todo de frente, ir al supermercado dejo de ser ya un suplicio, pero el asunto de las salidas sólo conmigo ya no son tan fáciles, se porta muy bien mientras esta fuera del carro, sin embargo dentro el asunto se complica, normalmente salimos todos los días a caminar, mínimo una hora, pero para llegar a esos lugares donde caminamos tenemos que ir en carro,  como ya no le  gusta la silla, los ratitos que tiene que estar ahi sentado, se la pasa muy mal, llora y hasta intenta salirse, sentandose e inclinandose con toda su fuerza hacia adelante, los primeros minutos de viaje son un placer, luego de un rato inicia el llanto por aproximadamente 5 minutos sin parar, manejar en esas condiciones resulta difícil y muchas veces he tenido que para consolarlo, hasta que cansado de tanto grito, se deja caer en brazos de morfeo y nuevamente reina la tranquilidad, un día por accidente, descubrí que le ¨gusta¨ el regguetón (o por lo menos lo entretiene) y aunque yo no esucho ese tipo de música´, en mi MP3 tengo la famosa ¨gasolina¨, cuando la canción suena, el muchachón se emociona, se rie y balbucea, así que cuando llora, busco desesperadamente la ¨suave melodía¨ y asunto resuelto, es la único que tiene la capacidad de tranquilizarlo, por lo que me guste o no ese tipo de música, a mi hijo lo reconforte y eso es suficiente para que escuchemos una y otra vez a Daddy Yanqui y su Gasolina… será mi hijo regguetonero???… Nooo!!!.

 

Desde hace casi dos semanas, Sebastián duerme toooooda la noche, a los dos meses, nos regalaba algunas noches de sueño continuo, a los tres meses esos ¨regalos¨ eran más frecuentes, pero no era de extrañarse que a las 4 o 5am, se despertaba para una toma de leche, tiene 10 noches en las que se duerme a las 8:30 pm y no es hasta las 7am que se despierta para comer y muchas veces se vuelve a dormir por dos horas más, como este comportamiento se ha repetido por varias noches, creemos es algo real y definitivo (toco madera)… esperemos que siga así.

 

En resumes, este mes avanzó tranquilo, muy despacio y siempre lo recordaremos como el mes en el que Sebastián empezó a darnos las señas de que nos reconoce, que se alegra sólo con vernos, en el que se emociona y sonrie cuando su papá llega del trabajo y lo más bonito es saber que cada día todo esto se irá poniendo mejor.